Por fin he acabado de leer El Retorno de Nagash, la novela ambientada en este avance de trasfondo de Warhammer Fantasy, y contra todo pronóstico, no se me han caído los ojos de sus cuencas. Voy a pasar a dar mi opinión de él, y no me voy a cortar con los spoilers, ya que, por un lado andan en todas las esquinas de la red, y por otro, no merece la pena leer este libro.
No me andaré con rodeos: es un mal libro. Con todo, sospecho que no será, ni con mucho, el peor de los escritos para Warhammer Fantasy. Las razones de su baja calidad son varias, así que voy a intentar enumerarlas:
1. El autor: Josh Reynolds es un destajista a sueldo de GW. No es el peor autor que he leído, pero carece del talento para manejar una novela como esta, con regusto mal disimulado a juego de tronos, y que parte con muchos personajes en el elenco. El autor no sabe manejarlos, ni muchas veces que hacer con ellos. (Huy, Malfleur (suponemos que es la bruja del grial negro, por que explicarlo, no lo explica) se nos ha "quedado atrás" al cruzar el muro de Sylvania. ¿Quien se deja atrás a la bruja malvada mas famosa de Bretonia?)
2 La coherencia: Con esto no hablo de la coherencia con el trasfondo anterior (Me la reservo para el siguiente punto) si no en la historia y las motivaciones de los personajes. Al parecer Arkhan y después Erikan (un necrofago transformado en vampiro) quieren que Nagash vuelva para que les mate y les de el descanso eterno. Tal cual. Suicidarse es demasiado sencillo. Manfred quiere que Nagash vuelva para controlarlo y dominar el mundo. En ningún momento nos deja claro como va a meter en vereda al gran nigromante... Y eso que medio libro trata de Manfred hablando consigo mismo.
Otra historia son los comportamientos de las facciones. Por ejemplo, un rey matador promete encontrarse con un ejército imperial dentro de Sylvania, pero en el camino se cruza con una horda de hombres bestia, que diezman su ejército. Pues va y como ha perdido a muchos, se da la vuelta... no acudiendo a su cita ¡Un enano! ¡Y matador además! Yo no hago un ejército de barbudos, pero de hacerlo me sentiría muy ofendido.
No se cuantas páginas explicando como morir en duelo honorable. |
La estrategia bretoniana es: cargar contra el enemigo más fuerte, y morir intentando matarlo en duelo singular (somos así de listos). Lo hacen dos veces en el libro. Los imperiales hacen lo mismo pero con cañones. Los vampiros no son mucho mejores: Arkhan y Manfred son traicionados por dos vampiros respectivamente. ¿Les clavan un puñal por la espalda...? No, les declaran sus intenciones y les atacan de frente.
El premio es quizá para los hombres bestia: en Bretonia se dedican a hostigar y a llevar a los bretonianos contra los no muertos. Pero en Silvania, los no muertos se la lian de la misma forma, llevándolos a los enanos. Como que te maten con tus propios cuernos, vamos.
3- Patadas al trasfondo: Eltharion se ha hecho una operación de retina. Nagash se ha debido de morir para que lo devuelvan a la vida...No soy un gran seguidor del trasfondo de fantasy, pero esto no huele bien.
Por cierto, unificación de Fantasy y 40k en todo: los dioses se nos sugiere que funcionan de la misma manera.
4- Personajes poco carismáticos: todos los personajes parecen cliches (Y liches tambien hay, si). El que más se salva es Erikan, el vampiro necrofago, pero está totalmente desaprovechado. Para rematarlo, los diálogos interiores de Manfred o de los Skaven son aburridísimos. Arkhan es soso, Volkmar solo lanza maldiciones al viento, Morgiana, a parte de ser vampira, ha pasado a ser una histérica, Krell parece Kevin Costner en el guardaespaldas: está allí para salvar nigromantes varios...
Dioooos!! quien escribió este libro?? |
5- Repetición: Las batallas, las luchas entre personajes, parecen calcadas unas de otras. Aburren, y en cuanto empieza un duelo dan ganas de pasar paginas sin leer. Pues es que al parecer, lo mas fácil en una confusa batalla es encontrar al general o paladin enemigo y retarle a un choque de espadas.
6- Poca claridad: Sobretodo en las muertes, hay personajes que no se sabe si mueren (Kemmler desaparece en un crater tras una colisión mágica) otros no se sabe si los hacen vampiro... (La novieta de Tyrion). Pero en general la sucesión de hechos, mal explicados, deja bastante confuso al lector. Y eso que yo tengo algo de conocimiento del mundillo de fantasy. Parece que para leértelo te has de comprar el manual de la campaña.
7- Guión nefasto: el argumento es este: hay que recuperar los tesoros de Nagash para resucitarlo. Y ¿Por que resucitarlo? Por que Nagash debe alzarse. Ha llegado la hora.
MI REFLEXIÓN
Tras tantos años anquilosado, el trasfondo de Warhammer es un mamotreto muy difícil de mover. Games Workshop tendría que haber recurrido a sus mejores escritores, y haber repasado todo lo escrito hasta ahora para ver como sacarlo adelante. Y aún así no tendrían asegurado el éxito.
Sin embargo, lo han dejado en manos de una persona que no estaba a la altura (ojo que seguro que escribe mejor que yo), y además, parece que le han impuesto los sucesos que ha de narrar. El resultado es un libro que va a trompicones. Que, a pesar de sobrarle tres cuartas partes de las páginas, no explica, ni narra en condiciones. No engancha, a pesar de todo lo que pasa y todos los grandes héroes y personajes que se mencionan.
Una vez leído el libro, el avance de Fantasy me parece forzado. Sin unas novelas o relatos que lo doten de calidad, o de cierta lógica y coherencia, va a quedar muy cojo. Aún queda tiempo para que lo corrijan, pero, por mi parte, si no veo autores reconocibles, o críticas buenas, no voy a perder el tiempo con estas "novelas".
De momento, lo mejor que podéis hacer es olvidaros de este libro y leer el resumen de los cambios de trasfondo en el libro de campaña o en los numerosos blogs que los están recogiendo. (Por que además el libro no llega ni a la designación de los Mortarcas.) Es un libro que tiene un continuara escrito prácticamente en la mitad de las hojas. Deja más preguntas que respuestas.
Hay una parte del libro que ilustra mis sensaciones: en medio de Silvania aparece una diosa elfa, y les dice a una partida de elfos silvanos que ya no pueden hacer nada por la princesa eterna (la princesa de Ulthan). Les dice que, si lo desean, les puede llevar a un lugar donde sí son necesarios. Por supuesto aceptan.
Yo también hubiera dicho "Oh si, diosa elfa de la que nunca he oído hablar, llévame lejos de este esperpento."