Una de las cosas que más gustito dan en este mundillo del hobby es acabar de pintar un ejército. Y con este proyecto de condesas vampiro, lo he conseguido.
Cuando pillé por banda este ejército, andaba buscando algo maligno que pudiese hacer frente a mis elfos silvanos, y a mi futuro proyecto de bretonia. Barajé varias opciones que me ofrecieron por ahí, y al final me decanté por una megacaja de Mantic, que en aquel momento todavía estaba a un precio muy bueno.
Poco a poco he ido complementando el ejército con diversas aportaciones de contactos varios y otras marcas(Gracias a La Biblioteca del Gran Nigromante por los murciélagos, el carro y un par de vampiros)
Es un ejército totalmente vainilla: si juego a Warhammer Fantasy (Manuscritos de Nuth Reloaded) tengo miniaturas de los cinco clanes, líder tumularia e incluso una nigromante; es adaptable a Reforged y Novena Era, y por supuesto a Kings of War. Vivimos en una época de muchos reglamentos, y el de Oathmark parece estar también a la vuelta de la esquina. Hay que apostar por la flexibilidad.
El ejército tiene un trasfondo más elaborado de lo que esta ambientación vainilla sugiere, pero lo iré desarrollando entrelazado con el proyecto bretoniano que tengo entre manos. Una casa bretoniana maldita, una antigua profecía... Ya os iré contando.
Estoy satisfecho con el resultado final. He conseguido mantener el esquema rojo en la práctica totalidad del ejército, lo que le aporta mucha cohesión, y me parece que de lejos queda realmente resultón.
Es curioso que sin tener tanta miniatura "grande" como se acostumbra ahora, si da sensación de variedad de tropas. Supongo que el pequeño tamaño de la infantería en general ayuda a esta sensación.
Ha sido un proyecto largo, y en algunas ocasiones tedioso. Haber apostado por miniaturas económicas tiene el inconveniente que determinadas unidades han sido un dolor tanto en el montaje como en el pintado.
El pintado se ha extendido durante nada más y nada menos que dos años y medio. Se dice pronto. Mirando atrás te das cuenta que este es un hobby de mucha paciencia y mucha constancia, aunque a veces fallen las dos cosas.
En este tiempo he ido variando ideas, descartando o añadiendo unidades, en función del tiempo, las ganas y lo que se me iba ocurriendo. Una gran ventaja de acabar un ejército es dejar de pensar en el "¿Que más meto?"
En lo demás, creo que las fotos hablan por si mismas: me parece un ejército sencillo, pero que transmite ese aire no muerto y de terror clásico; con el toque original de que casi todas sus heroínas y comandantes sean mujeres.
Acabar esta entrada animando a todos los que tenéis un ejército grande entre manos: con tiempo constancia y pintura, todo se acaba.
Saludacos!!