martes, 1 de octubre de 2013

Por qué me gusta una miniatura.

Hoy he tenido la oportunidad de leer este buen artículo en Cargad, donde se nos dan algunos criterios para determinar si una miniatura está o no bien hecha. Sin embargo, la calidad no lo es todo: una miniatura ha de tener cierta "afinidad" con la persona que la compra, y que en algún momento la va a pintar. 

En mi caso, suelo comparar las minis con los libros. Trataré de explicarlo.

El primer paso para leer un libro es fijarme en el argumento, el que suele aparecer en la contraportada. En una miniatura el argumento es la imagen inicial que te haces de la miniatura a distancia: su pose, su vestimenta, lo que te trasmite a primera vista.

Esta parte es lo que te motiva a comprarla y a tratar de pintarla. Crees que hay una historia interesante en esa miniatura, y tratas de entrar en ella armado con tu pincel. 

El segundo paso es el desarrollo. Muchos libros, con un argumento que despierte nuestro interés, pueden tener un desarrollo aburrido. Con las minis pasa igual: desde fuera parecía muy interesante para pintar, pero una vez puesto a ello, te das cuenta que es un proceso laborioso, ingrato, y aburrido.


Pero también pasa al contrario: figuras no tan llamativas que resultan interesantes de pintar, que te enganchan, y con las que pasas las horas sin darte cuenta. Personalmente noto esto precisamente por eso. Hay miniaturas que mientras las pinto me levanto de la mesa cada dos por tres a comer algo, a beber agua, a mirar internet... y con otras casi se te pasa la hora de la cena. Como con los buenos libros.

Y por último el final. Un buen final puede salvar un libro, al igual que una miniatura. Sé que el principal factor que influye en el acabado de una miniatura es la pericia del pintor. Pero, por alguna extraña razón, siempre hay miniaturas que nos quedan mejor que otras. Están más vivas, más chulas, a pesar de que las técnicas usadas y el acabado son el mismo que en otras cuyo resultado no es tan bueno.

El final es muy importante, puesto que muchos jugamos o exhibimos las miniaturas que pintamos, y pasado el tiempo, cuando olvidamos las penurias que pasamos pintándola, el acabado de las mismas es lo que nos queda.

Una miniatura puede gustarnos, pero a veces podemos acabar odiándola. Uno de los factores que influye en esto es la repetición. Por motivo de los juegos, muchos acabamos pintando muchas minis iguales. Es como leer un libro muchas veces. Si es muy bueno, puedes llegar a leerlo tres y cuatro veces sin aburrirte. Pero nunca cuarenta.

La repetición es el gran enemigo de la motivación, al menos para mí. Una de las razones por las que, por ejemplo GW, ha conseguido mantener sus juegos tan masivos ha sido por las cajas multi-pose. Desgraciadamente, con la actual escala de los ejércitos, ya no creo que esto llegue a funcionar del todo. 

En cambio infinity me parece muy atractivo para los pintores: ni una miniatura igual a la otra en una banda. Para mí estas miniaturas, en general,  son un poco el paradigma de lo que me parece bueno: La presentación de las minis es increíble, el pintado resulta muy absorbente, y los resultados son geniales, teniendo en cuenta mis limitaciones.


Otros seguro que tenéis otras marcas preferidas, o picáis de aquí o allá. Creo que más allá de las críticas o los análisis concienzudos, hemos de sentirnos a gusto con las miniaturas que pintamos. Disfrutar pintando es parte del hobby, y el montaje-pintado de las miniaturas no debería ser un paso aburrido pero necesario para jugar. 

Pero esto es una opinión sobre mis gustos. Y ya sabéis que de gustos...

11 comentarios:

  1. Es la razón de que me gusten las minis multicomponente, el poder personalizarlas y no dejar ninguna igual, por desgracia GW cada vez lo pone más difícil, los nuevos elfos oscuros es un ejemplo, vale que son muchas piezas, pero torso y piernas juntas y sólo poder cambiar la cabeza y los brazos, al final, después de 30 años cuando nos cansábamos de pintar minis monopose GW a conseguido que vuelva a pasar, minis monopose con algún sutil cambio :(

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    1. No me había fijado en los nuevos Elfos oscuros "monotronco". De verdad es un paso atrás. Que cosas...:P

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  2. Está muy chulo el esquema de color de tus ariadnos

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    1. Lo saqué de un uniforme ruso de la segunda guerra mundial. Lo ví en la portada de una maqueta y me encantó.

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  4. No había visto este post hasta ahora. Será que el gremlin de Blogger sigue liándomela.


    "Hay miniaturas que mientras las pinto me levanto de la mesa cada dos por tres a comer algo, a beber agua, a mirar internet... y con otras casi se te pasa la hora de la cena. Como con los buenos libros."

    Me he sentido muy identificado con eso. Aunque más que la miniatura en sí la clave está en la motivación (que, bueno, también puede tener que ver con la miniatura en sí). Creo que el misterio puede estar en saber motivarse uno mismo. Antes de pintar los escoto-irlandeses estuve releyendo el manual, estuve jugando a Conqvestvs Britanniae con irlandeses, salían en la novela que estaba leyendo, estuve escuchando música relacionada y viendo documentales sobre el tema mientras trabajaba en ellos. Al final casi se pintaron solos.

    Pero sí me ha pasado de estar pintando cosas y estar deseando pintar otra cosa distinta. Recuerdo que me pasaba cuando tenía que pintar cosas de ci-fi, que nunca me ha gustado demasiado.
    Incluso con el steampunk... había algo que me decía que la fantasía y los históricos me hacen disfrutar más, y al final se hacía duro.



    No sabía que tenías warmachines. Ya vistes que yo también.
    A ver si un día me enseñas a jugar, que tengo curiosidad, pero me puse a leer el manual y me pareció muy peñazo :P

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    1. Si, la verdad es que nunca debimos infiltrar a esos gobbos en tu ordenador. Pero en su momento pareció buena idea...:P

      La motivación siempre ha sido un misterio para mí. Yo voy mucho por días, hay dias que te lo pintas todo, y hay días que parece que te tropiezas hasta con el pincel.

      Tengo warmachine, pero jugué al reglamento viejo. Nunca llegué a dominar las reglas, y el juego me pareció demasiado complicado. Cada jack tenía sus habilidades específicas e incluso a los jugadores veteranos de la tienda de lejona, por aquel entonces, les pillabas en renuncio por habilidades raras de tus robots. Las nuevas reglas deben ser mejores, pero ni idea. No tengo manuales ni nada.

      Pero lo que molan unos robots a vapor controlados magicamente y al servicio de la inquisición. XD

      P.D.: Si mira atentamente al jack de la derecha, podra ver la hombrera-coquilla, justo encima del escudo. :P

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    2. Con que eso era... :P

      Hay rulando por ahí un pdf con la traducción de las reglas actuales. Si lo prefieres en físico aunque sea en inglés ya sabes donde tienes el mío.

      Yo pretendí aprender a jugar por mi cuenta, pero fue empezar a leer el manual y pfffff...
      Que igual no es cosa del juego, desde luego a mi ya no me llaman nada los manuales intensísimos y los sistemas en los que cada soldadito, cada equipo y cada arma tienen mil reglas.

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    3. Ese fue mi problema con el sistema, además de la sensación de estático. Si dos jacks se enganchaban, pasaban varios turnos haciéndose heridas y sin moverse de ahí. Raro.

      Buscaré el pdf y le echaré una ojeada, a ver si me acuerdo de algo. :P

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  5. Me gustó!, ya responderé esto en un post, porque en muchos aspectos pienso como vos, pero infinitamente más tirado al lado de los pinceles. Me gusta lo que me gusta pintar... Y en general cuanto menos humano mejor...

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    1. Ainns...Ya sos un morat de pelo en pecho, por eso no te gustan los humanos. XD

      Es que si no disfruto pintando una mini, se me acaba quedando metida en una caja. Y es un poco perder dinero.

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