Desde la barrera, en mi condición de jugador no competitivo de Magic, estoy viendo los últimos meses los cambios que se van dando en la estructura de torneos oficiales de este juego de cartas coleccionables. El último cambio es una reestructuración del mundial de magic, que nos explica aquí el gran Juan Miguel desde Magic Madrid.
En resumen, el mundial pasa a ser un torneo entre 16 jugadores, seleccionados por haber ganado algún evento gordo, o por ser el primero en puntos planeswalker de un área geográfica. En general, reducen las opciones de acudir a un campeonato mundial por parte de cualquier competidor de a pié, lo cual no ha generado mucho entusiasmo.
Este no es sino otro cambio más, como el de puntos DCI por puntos planeswalker. Esta modificación supuso una nueva forma de ponderar las puntuaciones de cada jugador que haya participado. Este cambio no lo veo mal, ya que quita esos puntos negativos por perder partidas, y hace que cuanto más juegue un competidor sea mejor.
Otros cambios han ido saliendo a la luz, como el caso de los regionales, que ahora son organizados y pagados por las tiendas donde tienen sede. Esto degeneró aquí en España en una agria polémica, a cuenta del NQ de Guadalajara, que se llevó a cabo sin los jueces necesarios, debido a un desacuerdo sobre la retribución entre la tienda y los árbitros.
Lo que va quedando claro, a la vista de todos estos cambios, es que Hasbro está recortando los gastos de su filial, Wizards of the Coast, y ha decidido meter mano en el tema competitivo. Y esto a pesar de que Wizards es una de las filiales que les están salvando económicamente.
Sin embargo, desde mi punto de vista, el mayor golpe al entorno competitivo este año no ha venido por todos estos cambios, sino por el caso "Matignon": la filtración de las cartas de New Phyrexia por parte de este "pro" francés dejó al descubierto que algunas de las personas que participan en torneos, tiene acceso a las cartas de las colecciones mucho antes de que se publiquen. Esto es, información privilegiada frente a los demás competidores, con la connivencia de Wizards.
Estamos ante un panorama bastante desalentador en cuanto a la competición oficial magiquera se refiere: Se están reduciendo gastos, y además parece no haber ningún interés por parte de los organizadores por mantener un juego justo. Y ojo, que en estos campeonatos los premios llegan a ser en metálico, y bastante sustanciosos en ocasiones.
Parece ser que desde WOTC se mantienen estos campeonatos principalmente por su innegable labor de marketing. No dejan de ser un escaparate, y mientras cumplan su función de cara a las ventas, las otras consideraciones les dan igual.
No es de extrañar que los competidores anden molestos, y que nos recuerden su importancia en el mercado, tanto principal, como secundario de magic.
Los cambios generan inseguridad sobre la importancia que puedan llegar a tener los distintos eventos, los recortes supondrán menos plazas. El caso "Matignon", es un golpe duro para aquellos que quieren tomar parte en una competición justa.
Desde fuera no parece nada fácil ser competidor de Magic en estos tiempos.
Che, quería agradecerte el comentario del mazo de treefolk, porque agregué la heartwood storyteller y fue una fiesta. Es medio peligroso porque pensás mucho cuando jugás una carta que no es de criatura, pero acelera mucho el juego.
ResponderEliminarB.
Lo mínimo. Ya colgaré alguna baraja, y me devuelves el favor.
ResponderEliminarSi la carta tiene sus riesgos, pero por eso hay que probarlas, e ir viendo...
Por cierto, ¿Como se ve el tema de competiciones por vuestra zona?
Hay varias, el único tema es que hay mucha competencia y excepto algunos casos muy copados, la mayoría son culoduros. Yo tuve un par de encontronazos con los jueces, que parece que o se toman muy enserio el papel y no entienden que no somos niños o son unos pelotudos importantes.
ResponderEliminarEso, sumado a que me gusta más jugar con amigos, hizo que me alejara de la competencia. Pero un par de amigos siguen jugando...
En general hay unos 200 jugadores de magic de alto rendimiento.