martes, 29 de octubre de 2013

Semana Halloween: Magic y el Cementerio.

El cementerio en magic es una de las seis zonas de juego. Es el lugar donde normalmente acaban las criaturas que mueren, los hechizos que se juegan, y las cartas que se descartan... Se le podría definir como una pila de descarte, pero como todos los buenos cementerios, las cosas allí enterradas no siempre permanecen bajo tierra.


A pesar de este concepto de "lugar de descarte", son muchas las cartas que interactúan de las formas más diversas con el cementerio. Ya en las primeras ediciones de magic, había cartas que recuperaban criaturas o hechizos del cementerio: El negro, el color de la nigromacia, era el que tenía más cosas de este tipo: el raise dead y animate dead, junto con la nether shadow, un  bicho capaz de volver de entre los muertos. Pero el verde, tenía el regrowth, el blanco la resurrección, y el Timetwister permitía a los magos azules recuperar todas las cartas del cementerio para volver a ponerlas en su biblioteca.

Desde entonces, casi todos los colores han tenido cartas que interactúan con el cementerio, en casi todas las ediciones. Y muchas barajas han usado el cementerio para ganar. El ejemplo más clásico es quizá la reanimator, basada en tirar criaturas gordas al cementerio para recuperarlas después. Tambien aparecerían las Barajas de Ichorid (Una criatura recuperable del cementerio) capaces incluso de jugar sin tierras. Otras dos barajas clásicas reciben su nombre de habilidades que dependen del cementerio: Dregde y Threshold.




La primera generaba una sinergia brutal cada vez que dragaba (en vez de robar coges una carta con dragar de tu cementerio, y pasas x cartas desde tu biblioteca a tu cementerio, siendo x el valor de dragar de la carta) e inflaba su cementerio. La segunda abusaba de criaturas o hechizos que, al tener tu cementerio 7 o más cartas, se volvían muy poderosas. Las threshold actuales no dependen tanto de la habilidad que les da nombre.

Pero no solo se han creado barajas a su alrededor: algunas de las cartas más rompedoras de la historia del magic están directamente relacionadas con el cementerio. En la mente de muchos de nosotros está la Voluntad de Yawgmoth, que permite jugar las cartas del cementerio como si las tuvieses en tu mano. Ha sido una carta de poder tal, que se la llegó a comparar con las del Power nine. El Tarmogoyf, uno de los bichos más utilizados, también depende de las cartas que hay en el cementerio. Life from the Loam, la muerte de los vivos... 
En la actualidad, tenemos cartas como El Snapcaster mage, Lingering Souls, el Deathrite Shaman, o el Past in flames, que dió lugar a su propia baraja. Pero estos son solo unos cuantos ejemplos. Cantidad cartas basan su poder en el cementerio, y en su estado.

Toda acción produce una reacción en este mundillo: muchas cartas contra cementerio han visto la luz en multitud de barajas. Desde la legendaria Tomrod´s Crypt, hasta el reciente Rest in peace, muchos banquillos han incluido opciones para hacer frente a estas estrategias que pasan por el cementerio. 


Por cartas como esta, el cementerio tiene un orden determinado: las últimas cartas en llegar a él se ponen en la parte de arriba. Se puede mirar de arriba a abajo, pero en principio no puedes cambiar el orden de sus cartas. 


Más allá de las cartas y sus estrategias, el cementerio es una parte importante para los jugadores. Es una fuente de información sobre la baraja de tu contrario, y de la situación de la partida. Analizándolo, se pueden llegar a predecir las futuras jugadas del adversario, que probabilidad hay de que toque una carta...e incluso si te han hecho trampas.


El cementerio a pesar de ser la zona de descarte, es una zona que no puedes descartar si quieres jugar bien a magic. Y si lo haces, quizá el próximo nombre en una lápida sea el tuyo. 

sábado, 26 de octubre de 2013

Semana Halloween: 13 Vampiras.

Bueno, en la semana que entra hay una festividad especial en el calendario friki: Halloween. Es una fecha relacionada, con el miedo, el terror, las brujas, los americanos y las calabazas.


Por ello, me he decantado por usar estas fechas tan señaladas para presentar mi banda de Warlord de necrópolis.

Los que no lo sepáis, el gran blog de Cargad, uno de los imprescindibles en habla española, consiguió el permiso de Reaper para traducir las reglas de su juego fantástico de escaramuzas. Poco a poco, gracias al tremendo trabajo de los muchachos de Cargad y sus colaboradores, tenemos al alcance de todos el reglamento de este juego, y de sus diferentes facciones.


Es un juego en el que te puedes iniciar con las miniaturas que tienes por casa, ya que el uso de los proxies está muy extendido. Pero viendo por un lado la generosidad de Reaper, y por otro el excelente precio de sus miniaturas, me decidí a hacer una banda para este juego compuesta íntegramente por miniaturas de esta marca.

Probando el juego con Endakil, me pareció interesante. Además, este friki dentro de un diario me demostró que se pueden tomar miniaturas de Reaper de lo más variado para representar las diferentes unidades, una oscura e irresponsable idea caló en mi mente, a la vez que elegía mi facción: Necropolis, la banda de los No-muertos.

A diferencia de buena parte de los frikis, con tendencias mayormente metaleras, a mi me gusta el Pop. Fué escuchando esta canción con la que mi idea final de banda fue cobrando forma definitiva. (Ya sé que la artista es ñoña, pero que le vamos a hacer...) Me sugirió una banda de vampiras, mujeres malditas dirigiéndose a la guerra.


En cuanto al esquema, quería huir bastante de la estética crepúsculo. Por ello, me basé en el primer vampiro al que recuerdo ver luchando en una guerra: El gran Gary Oldman encarnando a Vlad Dracul.


Y sin meteros más rollo, vamos a empezar con lo que nos interesa: Las miniaturas.

La primera de ellas es Aysa, Necropolis Solo y es la única mini no vampiro de toda la banda. Es un "solo", una unidad que va por su cuenta, y que espero que con sus gritos cause estragos en las unidades enemigas.


El modelo coincide con la unidad que representa, y me resultó sencillo de pintar. Dejé los ojos en blanco, basándome en esas fantasmas japonesas que dan tan mal rollo.


Y ahora empezamos con las trece vampiras malotas que dan nombre al post. Las primera es la miniatura de Dara, Psionic warrior. Representa a una de los caballeros carmesíes, la tropa base vampira de esta banda.


La miniatura es de Sandra Garrity, y me ha parecido un miniaturón, tanto por la sensación de dinamismo que dá, como por el detalle. No le he sacado todo el jugo que permitiría, pero queda resultona.


Evshyvandra, duskwidow. Esta miniatura es de otra banda de warlord, la de los drows. Me ha parecido muy chula y versátil, por lo que la he convertido en otro de mis caballeros carmesíes.



Tiene una factura impecable, sin ser excesivamente compleja de pintar. Creo que permite muchas posibilidades a aquellos de vosotros hábiles con el pincel. 100% recomendable.


El siguiente modelo corresponde a Nalada, sister of the blade, otra miniatura de bandas de warlord. Su aspecto de paladina "neutra" la hacía ideal para crear otro caballero carmesí. Con una calavera pegada al escudo, da el pego perfectamente.



Es una miniatura un poco "old school" en proporcioens. La cara me ha resultado un poco pesadilla, aunque la he resuelto tras varias pasadas. Recomendada para aquellos aficionados a las miniaturas clásicas.


Siobhanna, vampire noble. No conocía al escultor Jeff Grace, pero me parece un artista. Es una mini sencilla, pero esculpida al detalle. Su cáliz la hace ideal para representar a Tharian, mago de la sangre, una unidad de élite con poderes mágicos.



En este caso pasará a ser Tianna, maga de la sangre, por razones obvias. Otra mini de la que pinceles más hábiles que el mío pueden sacar mucho juego.


La primera miniatura de Bones hace su aparición estelar: Finaela female pirate. La he utilizado para representar a Sir Osric,  un caballero carmesí con dos espadas. En este caso sera Oshia, la navegante.


La verdad es que no es una miniatura que esté nada mal. La he colgado un par de calaveras del cinto para ambientar. De todas formas, y a la vista de las fotos de internet, su versión en metal es más completa.


La siguiente miniatura es Chivane, Red Mantis, un personaje de pathfinder. Ya había visto su versión en rojo, y encajaba perfectamente con el ejército. Incluso sus orejas puntiagudas tipo Wow no desentonan para una vampiresa. Otro caballero carmesí para mis filas.


Me ha parecido otra mini impresionante, muy por encima de mis capacidades pictóricas, Con gran detalle, además de dinámica. Ole por Patrick Keith, autor de la miniatura.


Una de las unidades de élite es Vanderast, vampiro buscasangre. Es un vampiro loco, que busca a personajes poderosos para acabar con ellos. Para representarlo he elegido a Theda, mercenaries Cleric. La actitud indolente de esta mujer al sostener la espada, hace de ella la mini ideal para representar una vampira ansiosa de sangre.


Otra miniatura excelente. Mola un montón pintar atuendos tan sugerentes. Cualquiera se dejaría atrapar por esta vampira. Su nombre pasa a ser Vanihara, la maldita. 


Seguimos con la segunda y última miniatura de bones de la colección: Janan, dragon slayer. Su pose es de lo más molón que te puedes echar a la cara. Solo ha hecho falta sustituir la cabeza de dragón por una rama y unos huesos. Otra caballera carmesí digna.


Para ser de esta resina "low cost" el acabado es bastante bueno. Falla la escala: es más pequeña que las demás miniaturas, y puesta junto a las más oldschool puede llegar a cantar un poco. Supongo que lo han hecho para resaltar el tamaño de la cabeza del dragón en la versión original.


La miniatura con la que menos contento estoy es esta: Naline, Evil female paladin. Su aspecto de paladín malvada encajaba dentro de mis caballeras carmesíes, pero el acabado de la miniatura en detalles, como la cara, me ha parecido un poco deficiente.


Por lo demás el diseño de la armadura no desentona con el esquema que buscaba, aunque me da la sensación de miniatura de relleno.


Como la unidad de élite de Osric no es única, puedo incluir varias miniaturas que la representen. La segunda elegida es Jhorxia, succubus. Es una miniatura que, sin ser una maravilla, es muy dinámica. Da una impresionante sensación de agilidad anti-natura, ideal para una vampiresa.


Llevaba alas, que se pegaban en el pelo. Como la miniatura no vuela, las he quitado, tapando los agujeros, donde se colocaban, con masilla del chino. Sorprendentemente, apenas se nota. Su nombre pasa a ser Olenna, la implacable. 


Elsabeth Besozarza es la capitana vampiro. La miniatura de Werner Klocke es impresionante, y no vi razón alguna para cambiarla. Los capitanes lideran las unidades en la batalla, al igual que los señores de la guerra y los sargentos. Son el líder intermedio, más potentes que el sargento, pero menos que el señor de la guerra o "warlord".



Otra vez me han entrado ganas de flagelarme un poco. Es una mini con muchas posibilidades, dinámica e increíblemente femenina, pero no he sabido sacarle todo el jugo. Otra recomendación para pintores hábiles.


Una miniatura que ya enseñé hace meses es Naomí, señora de las alas. Es la miniatura original de warlord, y su toque de la vieja escuela enamora. Representa otra unidad de élite lanza-hechizos.


Es la que más carne enseña de todas las miniaturas, y creo que no me ha quedado del todo mal.


¿Y quien es la warlord?¿Quien es la vampira número trece que dirige este temible aquelarre? Para representar a Judas espinasangrienta (Disponible en bones oiga) he elegido a Monique de Noir, una vampiresa muy representativa en reaper. Tiene tres versiones, una de ellas de 54 mm. Esta ha sido la que me ha parecido más adecuada para jugar. Aunque la de 54 es una pasada.

Judas Vuela, y así debería de hacerlo Monique. Tomando las alas de Jhorxia, anteriormente descartadas, hice un corta-pega como pude. El resultado final no es malo, ya que su envergadura la señala como la líder de la banda a primera vista.


Concluyendo, decir que estoy relativamente contento con el esquema: el rojo ha sido un acierto, pero quizá el abuso del blanco en la piel, así como mi obsesión por pintar colmillos, ha arruinado un poco las expresiones faciales.

De todas formas decir que me lo he pasado genial pintando: las miniaturas femeninas tienen un atractivo especial, y los magnificos precios de reaper incitan a llevar a cabo este tipo de experimentos. El pintado, como siempre mejorable, pero no estoy del todo insatisfecho.


Para los interesados en el juego, lo visto representa más de 1.000 puntos, que es la banda media. Me permite hacer listas más centradas en cuerpo a cuerpo o magia, y el precio no ha sido desorbitado: 71 euros actualmente. Hay que tener en cuenta que no he ido a lo barato, y he elegido las miniaturas por su aspecto en todo momento. He elegido lo que más me convenía del extenso catálogo de reaper. Y eso parece que no, pero es un pequeño lujo. 

Cuando planteé mi proyecto, alguno dijo que pintar tantas vampiras era señal inequívoca de problemas mentales...pero que queréis que os diga: soy así. Además en halloween el loco siempre gana...