Tras 15 largos días sin posts, creo que os merecéis algo especial. Teniendo en cuenta que se toma a chufla mis amenazas, y no publica los ejércitos que tiene por ahí escondidos hasta meses después... ahí va: el post opinando de Endakil.
Y es que no solo han sido unas cuantas partidas con él. He conocido su lugar de juego, e incluso el lugar donde duerme custodiado por cientos, o quizá miles, de miniaturas. Vamos que he conocido su rincón de descanso "In situ".
He usado el latín de forma totalmente intencionada, dado que, a parte de un gran aficionado a los wargames fantásticos, estamos ante un wargamero histórico de pro; sí, de esos que te distinguen romanos de mario de romanos republicanos. A parte del periodo clásico, siente cierta obsesión por la edad oscura británica.
Este periodo histórico lo veo más habitual para un aficionado a la fantasía. No deja de ser en vano la época en que las leyendas artúricas vieron la luz, y todas esas historias de caballeros y dragones.
Pero lo de wargamero histórico/fantástico es solo la superficie. La cuestión es lo que hay debajo. La primera vez que lo conocí, me pareció alguien un poco parado, sin demasiada garra. Con el paso de las partidas, uno se da cuenta de que la realidad es bien distinta. Por debajo guarda una serie de ideas inamovibles que defiende frente a quien sea. Cuando empecé a jugar con él, supuse que controlaba la situación, y ahora soy una cobaya en su jaula, esperando con mirada vacía su próximo experimento de reglas.
Puede ser manipulado, pero hace falta grandes dosis de razonamiento, amén de la colaboración indispensable de su señora.
Y es que esta persona sabe mucho de reglas. No solo de warhammer, si no que ha trabado conocimiento de multitud de reglamentos de todo tipo. Eso, unido a su experiencia como trabajador en una tienda de miniaturas, le da una visión interesante sobre los juegos.
Asimismo, dispone de muchos contactos, y es una fuente de rumores y novedades fiable, pero muy dado al secretismo. Y es que estamos ante una persona metódica, muy dado a programar sus pasos con antelación. Su cuarto, aún repleto de miniaturas, estaba muy ordenado. Ese tipo de orden que da escalofríos a la gente que no somos tan organizados.
Por lo visto también es un master cruel e implacable, aunque no he podido contrastar este extremo. Pero pronto, pronto... A pesar de atacar con dureza el juego competitivo, es un rival duro, que le da muchas vueltas a las reglas, y a las listas.
Sus conocimientos de modelismo tampoco son desechables. Ha experimentado con muchos materiales y miniaturas, y eso se nota. Le he pedido consejo muchas veces, aunque luego no los siga.
Tras su aspecto plácido, hay una verdadera pasión por las miniaturas y los juegos, bastante más grande que la mía. Se puede notar un ansia a duras penas controlada cuando habla de nuevos modelos o sistemas de reglas.
He pasado buenos ratos con él, y espero seguir pasándolos a pesar de este post. Si tenéis oportunidad de conocerle, creo que merece la pena. Para mí es, desde luego, una de las personalidades de este mundillo, aunque no sea tan mediático como otros. No sé por que pierde el tiempo tratando de enseñarme juegos, pero uno lo agradece.
Este es su blog de sabiduría.