Pauper toma la calle.

Un sábado más Endakil ha retomado su sagrada misión de pauperizar a las masas. Y con bastante éxito.   Ni más ni menos que 14 participantes en este segundo torneo de MTG Pauper en el Barbas. La afluencia era tal, que resultaba realmente complicado llegar al mostrador y pedir cartas. 

En cuanto a mi participación en el torneo, bastante desastre. Un encuentro ganado y tres perdidos. Dos de ellos por aplastamiento además. Es lo que tiene jugar un mazo de muros y que te toque contra barajas con bichos voladores, imbloqueables, que se desvanecen... Las dos últimas partidas las he perdido contra Endakil (Y sus extraños dados con números romanos), y contra el abogado samoano amigo de Yibrael(Creo que era el.)

Esta ha sido la lista del desastre:

TIERRAS (20)

-20 bosques

CRIATURAS (34)

- 4x Enredadera del portal.

- 4x Manada de Uros. (Muu)

- 4x Wildheart Invoker.

- 2x Muros de Raices.

- 4x Ulamog Crusher.

- 4x Overgrown Battlement.

- 4x Guardián de Rompehachas.

- 4x Espaldar.

- 1x Tálido Morador de Caparazón.

- 1x Kami Trampa de raíces.

- 2x Chamán Nantuko.

OTROS HECHIZOS (6)

- 2x Canto del Llamacuernos

- 4x Regalo de las Gargantuas.

Después de jugar, me he dado cuenta de un par de cosas: Las cuatro copias de Kami Trampa de Raices son esenciales para aguantar a barajas con criaturas voladoras. Los muros de raíces han tenido mejor rendimiento que los Espaldares, así que probablemente toda mejora pase por quitar los cuatro espaldar , el Tálido, y subir a cuatro copias los Kami y los Muros de raíces.

En mi descargo, he de decir que el nivel de las barajas ha subido mucho desde la anterior edición. Ha estado muy disputado, y parecía que todo el mundo había perdido alguna partida. 

El Top 4 ha tenido que jugarse en la calle, pues nos cerraban la tienda. Yibrael se ha marcado un segundo puesto con sus odiosos goblins, y creo que el chico que ha ganado era un viejo conocido de la tienda donde jugaba antes. No he asistido a estas rondas, ya que el niño borracho y yo nos hemos ido a jugar commander a un bar. (Y a comernos unas bravas.) 

Era la primera vez que probaba el formato de las 100 cartas, y la verdad es que es muy divertido. 

En definitiva, una buena mañana de juego en un ambiente inmejorable.