Crepúsculo: una saga que termina.

Voy a confesarme: He leído los cuatro libros de la saga crepúsculo y me he visto las cinco películas. Llegados a este punto entiendo que muchos dejaréis de leer este post, e incluso os borraréis de la lista de seguidores. Pero bueno, esto me capacita para dar mi opinión sobre la tan famosa tetralogía de vampiros.

Como suele ocurrir en estos casos hay que distinguir entre los libros y las películas. Las novelas me han resultado entretenidas. Quizá la única que me costo leer fue la segunda. Buena parte de este libro nos cuenta como Bella, la protagonista, sufre un periodo de depresión profunda, aderezada con episodios alucinatorios. (Que creo, no llega a superar) Solo al final coge carrerilla.

En cambio, las películas me han parecido en general malas. La estética de videoclip, con largos metrajes acompañados de música, y unos actores reguleros e inexpresivos, en muchas ocasiones hacen que uno quiera decir aquella frase de Homer Simpson:

Pero al llevar estos libros al cine entraña una gran dificultad: en las películas hay que ir, por motivos de duración, al núcleo de la historia. En este caso es la pastelosa relación romántica entre Bella y Edward, y es algo tan lleno de tópicos, tan irreal, tan enfermiza y tan dependiente que no llena en absoluto. 

En los libros esta relación se hace soportable por que nos introduce en un mundo de vampiros y hombres lobo, que es lo que  cualquier aficionado a la fantasía busca. Y hablo de fantasía, por que el elemento terror, tan relacionado con el género de los vampiros, aparece de forma residual. Un vampiro médico bueno no da mucho miedo, que digamos. 

De hecho, dentro de los libros, una de las mejores partes de la saga es cuando Bella deja de ser el centro de la narración, y pasa a ser Jacob, el hombre lobo. Todos estos detalles se pierden en las película dejándonos a solas con la infumable pareja Bella-Edward. 

Pero las películas adolecen de muchos defectos. Del trío protagonista solo el actor Taylor Lautner aporta un poco de carisma a su personaje. Entre los secundarios destaca el Padre de Bella. Pero es que los demás parecen acartonados. Y todo en las películas se resiente.

La última parte de la Saga: Amanecer parte 2, es el paradigma de todo esto. Donde más vampiros aparecen, estos se tratan por encima, siendo Bella, Edward e hija el centro de la "acción". Solo los efectos especiales, en una escena muy previsible, salvan un poco los trastos, en medio de una horda de actores sin expresión. 

En muchos aspectos esta saga se ha convertido en un fenomeno fan y cultural. Mi sobrina con cinco años ve monster high, y esto no sería comprensible sin los libros de Stephenie Meyer (Otro ejemplos son The vampire Diaries, True blood....). La incidencia de estas novelas se ha concentrado en la gente joven. Es lógico, no deja de ser un cuento de hadas, en el que todo acaba bien. No es una historia adulta en muchos aspectos.

¿Alguien se siente asustado por estos malos?

La fuerte influencia emo, que ha generado una gran polémica, no la veo tan preocupante. He leído de adolescente libros con mucha carga de violencia, y llevarse las manos a la cabeza por que los personajes de estos libros vivan con intensidad, malsana muchas veces, sus sentimientos no me parece coherente. Con esto no quiero decir que el hecho de que los protagonistas tengan tendencia al suicidio no sea algo poco sano. 

La virtud de esta saga ha sido abrir la literatura de vampiros al gran público, por medio de una forma de escribir ligera y entretenida. Meyer no nos aporta nada más. (Bueno si, que los vampiros brillan al sol.)

La idea de vampiros conviviendo con humanos ya la planteó Anne Rice, a través del atormentado e inolvidable Louis. Los vulturis nos recuerda claramente a Vampiro: La Mascarada, entorno del que también parecen surgir sus hombres lobo. Pero claro, la lectura de estos materiales, como de Dracula de Bram Stoker, es más difícil, pero más enriquecedora en último término.

Lo que ha sido el gran acierto de esta saga es vendernos unos vampiros consumibles: guapos, buenos, bien vestidos y encantadores. Pero eso les quita el carisma que otros monstruos de la noche han tenido: Vlad Dracul, Lestat...

Aunque tengo sentimientos encontrados, esta es mi conclusión para la saga: los libros están planteados como artículos de consumo, sin mayores pretensiones. Las películas son claramente para olvidar, pero el merchandising y el tirón de los libros las ha colocado en una inmerecida primera fila. 

Sin embargo, creo que puede sacarse algo positivo de todo esto y es un acercamiento de la gente al género fantástico, sobre todo entre los sectores femeninos. El tiempo dirá si estos libros acaban olvidados o como unos "clásicos".